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Nicolás Viel, nuevo diácono: “Gracias a Dios por llamarme, él conoce mi barro”

Nicolás Viel ss.cc. se ordenó diácono hoy, en medio de la alegría y la emoción de la comunidad de la parroquia San José de Libertad, barrio de la diócesis Merlo-Moreno, donde sirve la Congregación desde fines del año 2010.

En la noche del viernes 28 de octubre, la comunidad acompañó a Nicolás en una hermosa adoración cantada para preparar el corazón para su ordenación. Una docena de hermanos y hermanas de la Congregación y gran parte de la pastoral juvenil se hicieron parte de este momento de contemplación al Santísimo.

El sábado amaneció radiante. El frontis de la parroquia preparada y la calle cerrada para recibir a la comunidad del barrio. Cada una de las 18 capillas que forman parte de la parroquia San José, iniciaron la procesión de entrada junto a las escuelas y otras instituciones.

La celebración fue presidida por el obispo de la diócesis, Fernando Maletti, y concelebrada por el provincial de la Congregación, Alex Vigueras ss.cc. y Gabriel Horn ss.cc. Junto a ellos, sacerdotes diocesanos, el futuro obispo auxiliar de Merlo-Moreno, y religiosos cercanos a la parroquia acompañaron a Nicolás este día.

Un grupo que no pasó inadvertido fue su familia; 4 hermanos y sus hijos, junto a Jorge Viel, papá de Nico, sumaban ventiún Viel González, que ayudaron a hacerlo sentir más en casa aún. La mamá de Nicolás, María de la Luz González, fue recordada constantemente en la celebración, a 13 años de su partida.

Unos jóvenes de la pastoral juvenil presentaron a Nicolás al obispo, dando fe de sus condiciones para recibir las órdenes diaconales. “Nicolás tiene un Espíritu inquieto movilizante y movilizador, y una fe en los jóvenes a los que espera con los brazos abiertos. Es sencillo y transparente, fruto de un corazón humilde. Su fe firme está reflejada en sus palabras y acciones. Tiene dedicación y ternura para brindarnos confianza”, dijeron.

A estas palabras se sumaron las de mons. Maletti, quien en una cercana y profunda homilía, destacó que los sueños de Nicolás son servir y compartir, lo que es muy familiar para él, siendo formado en una congregación como los Sagrados Corazones. Y agregó: “Querido hermano Nicolás, es necesario que te comportes como testigo del bien y de la verdad. Que la fe sea el cimiento en el que se asiente tu vida. Que seas intachable. Nunca pierdas la esperanza que viene del evangelio hasta que entres a participar de la alegría del Señor”.

En su saludo final, Nicolás comenzó agradeciendo a Dios “por llamarme, él conoce mi barro” y luego agradeció a su familia, el apoyo incondicional de su padre, y a su madre, “sin la cual nada de esto estaría sucediendo”. Al terminar pidió un favor especial a todos sus hermanos y amigos: “Recuérdennos siempre a los curas, diáconos, obispos y religiosos que nuestro lugar es el servicio y nuestra preferencia son los pobres. Los títulos son contrarios al evangelio. Recen por nosotros”.