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Carta a la Familia Sagrados Corazones

Querida familia Sagrados Corazones

Hermanos y hermanas,

Compañeras y compañeros de camino,

Los hermanos de la Provincia Chilena de la Congregación de los Sagrados Corazones hemos estado reunidos en Capítulo Provincial desde el día lunes 19 de agosto hasta hoy, viernes 23 de agosto. Nos habíamos propuesto abordar la renovación del hombre interior y la conversión pastoral en el contexto de crisis que vivimos como Iglesia y como Congregación. Ha sido una experiencia intensa y movilizadora.

Para ello hemos privilegiado la escucha atenta de mujeres, de laicos y de víctimas de abuso, lo cual nos ha permitido reconocer puntos ciegos y mirar la realidad desde otros ángulos. Nos acompañaron en la reflexión sobre la realidad de la mujer una religiosa, una teóloga y una doctora en derecho, que han participado en movimientos como Mujeres – Iglesia y la Padis (Pastoral de la Diversidad Sexual). Asumiendo de esta manera la situación de discriminación que vive y ha vivido la mujer en nuestra Iglesia a lo largo del tiempo.

Así también nos acompañó y pudimos escuchar a una persona que siendo menor de edad fue víctima de abuso sexual, de poder y de conciencia, de un sacerdote Sagrados Corazones, lo cual nos conmovió e interpeló fuertemente, sobre todo el daño sufrido y el proceso de sanación que ha enfrentado solo. Además nos ha interpelado en la necesidad de profesionalizar nuestro servicio, llevándolo a estándares de evaluación y de responsabilización como se le exige a las personas e instituciones en las sociedades modernas. Se presenta ahí todo el desafío de transformación estructural que supere la fuerte cultura clericalista y posibilite verdaderamente el protagonismo laical.

En esta misma línea nos acompañaron y aportaron una representante de la Comisión Nacional de Prevención de Abusos y un sicólogo, que ha estudiado el perfil del abusador en religiosos condenados por abusos a menores. Todo lo cual nos permitió mirar con mayor hondura, conmovernos y, desde ahí, reconocer la indispensable conversión y transformación a la que estamos llamados.

Hemos quedado profundamente conmovidos y hemos sentido indignación, rabia, pena y desconcierto. Por lo mismo, en este tiempo de crisis y de transformaciones sociales percibimos que lo fundamental es una actitud de escucha atenta, de mayor silencio, a fin de aprender nuevos modos de hacer las cosas y dejarnos tocar por la realidad y la necesidad de los otros, entre ellos, de manera especial las víctimas, a quienes reconocemos como nuestras víctimas, porque han sido parte de nuestras comunidades y porque el daño que han sufrido se debe también a que no hicimos las cosas bien, ello también nos responsabiliza.

Queremos hacer un camino hacia la reparación, sabiendo que nuestros esfuerzos estarán muy por debajo de los dolores causados. Queremos hacer este camino asumiendo que estamos en crisis, sin pretender soluciones rápidas, reconociendo nuestras negligencias y nuestros propios abusos. Queremos pedir ayuda para caminar juntos, aprendiendo unos de otros.

También recibimos la visita de cuatro miembros de la Rama Secular, quienes nos ayudaron a reconocer que este camino no lo recorremos solos, sino que muy acompañados, y debemos fortalecer este sentido de familia amplia con hermanas y laicos Sagrados Corazones. La Iglesia de Jesús sólo es posible en un camino con otros, con todos.

Nosotros seguimos en este proceso capitular, ya que tendremos una tercera sesión en octubre en la que tomaremos decisiones concretas. En este tiempo seguiremos profundizando en las causas de la crisis y buscando caminos y estructuras que nos permitan avanzar en una verdadera conversión. Todo lo cual nos deja tareas, desafíos y esperanzas,

 

Hermanos SSCC

Capítulo Provincial

Provincia de Chile – Argentina