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«Glorias Navales»: comunidad cristiana y organizaciones sociales hacen memoria agradecida de sus orígenes

Con una emotiva eucaristía, la comunidad cristiana de la capilla Divina Providencia, en la Población Glorias Navales (región de Valparaíso), y perteneciente a la parroquia Jesucristo Misionero de Reñaca Alta, celebró el 51º aniversario de la creación de su población.

En la oportunidad se recordó de modo especial a los pobladores fallecidos y al sacerdote Juan Enrique Walker de los Sagrados Corazones, quien fue el primer capellán de este naciente barrio popular, bautizado inicialmente como «Presidente Salvador Allende«. Después del golpe militar de 1973, la autoridad la rebautizó como «Población Glorias Navales«.

En la liturgia participaron diez organizaciones sociales de la población, más el comedor de la capilla y la corporación que lleva el nombre del sacerdote que fue capellán. También participaron delegaciones del colegio del barrio, de la junta de vecinos y de otras iniciativas y proyectos sociales.

Juan Enrique Walker fue traído a la memoria durante la misa por los mismos vecinos, algunos de los cuales recordaron que al día siguiente de la toma, el día 9 de febrero, el sacerdote llegó con mercaderías y alimentos, instalándose en el lugar para apoyar a los pobladores.

La toma del territorio se produjo el 8 de febrero de 1971, y sus primeras casas fueron construidas con materiales muy frágiles, principalmente ramas de eucaliptos.

Luego de la liturgia que fue presidida por René Cabezón ss.cc. y efectuada el pasado martes 8, se procedió a la bendición de varios murales que fueron pintados por niños y jóvenes de la población, entre ellos uno denominado «Nuevos Pioneros«, y que dan cuenta de sus ancestros y los principales hitos fundacionales. Estos murales fueron producidos gracias a la interacción entre jóvenes y adultos mayores.

Entre estas obras de arte popular, destacan el mural que homenajea al «Choca«, el conductor de autobús conocido por su apelativo y quien siempre destacó por su acción solidaria, transportando a los trabajadores de la población que no tenían dinero para pagar «la micro».

También se halla el mural que recuerda y rinde tributo al joven Abel Vilches Figueroa, quien el día 12 de septiembre de 1973, es decir, el día siguiente del golpe, fue ejecutado políticamente en el barrio.

La misa fue concelebrada por Gustavo Adolfo García, ss.cc. (padre Fito), quien también acompaña diariamente el comedor de la capilla Divina Providencia.

Por su parte, el celebrante, René Cabezón, quedó muy impactado por la memoria construida de modo agradecido por la comunidad cristiana y la población, sobre todo por las dirigentas mujeres, Solange Iriarte y Paola Solar, a quienes vio con un protagonismo muy importante y con una gran fuerza testimonial. Ellas, junto a Sergio Olivares, fueron los organizadores de esta acción de gracias.