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En Argentina fallece Fernando Maletti, un obispo «con olor a oveja»

La comunidad católica de la diócesis de Merlo-Moreno y la Congregación de los Sagrados Corazones se unen en oración por la pascua de un obispo fiel a Jesús y su pueblo.

Fernando Carlos Maletti, obispo de Merlo-Moreno,  falleció este 8 de marzo, a sus 72 años de edad. El obispo se hallaba enfermo, estuvo hospitalizado a principios de 2022 por un nódulo en el páncreas, que le fue extirpado en febrero.

Según la agencia AICA, de la Iglesia Argentina, señala que luego de la cirugía, su salud se fue deteriorando, y pese a que los médicos indicaron un tratamiento de quimioterapia, algunas complicaciones hicieron que no pudiera comenzarlo.

Falleció el 8 de marzo de 2022 en la Clínica San Camilo, de la ciudad de Buenos Aires. Sus restos serán velados el miércoles 9 de marzo desde las 8 horas en la catedral Nuestra Señora del Rosario de la ciudad de Moreno. La misa exequial se celebrará a las 17 horas y sus funerales se realizarán en el cementerio de Moreno, según informaron hermanos de los SSCC y AICA.

Merlo-Moreno es una diócesiY el superior provincial René Cabezón, ss.cc., estaba profundamente afectado al conocer la noticia. Por ello expresó su «profunda pena». Dijo, además, que el obispo Maletti fue un hombre notable, paternal, y y un gran servidor de su pueblo. Es de los obispos que por vocación me han marcado en la vida, Lo siento mucho».s que tiene su sede en la ciudad de Moreno, que pertenece a la provincia Buenos Aires. Aquí, en el barrio Libertad, parroquia San José, tiene presencia apostólica la Congregación de los Sagrados Corazones, cuya comunidad de religiosos junto a las comunidades chilenas conforman la Provincia religiosa de Chile-Argentina.

«Consuelen a mi pueblo»

Fernando Carlos Maletti fue primero obispo de San Carlos de Bariloche, elegido en 2001 por Juan Pablo II; y ordenado obispo el 18 de septiembre de 2001 en la catedral de Buenos Aires, por el Card. Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, hoy papa Francisco.

El 6 de mayo de 2013 el papa Francisco lo nombró obispo de Merlo-Moreno; y destacó por su participación en la comisión de Pastoral Social la Conferencia Episcopal y como delegado episcopal para las Comunidades Eclesiales de Base.

Su lema episcopal fue «Consuelen a mi pueblo», y siempre mantuvo un gran compromiso con el mundo popular. Desde sacerdote asumió una visión progresista de la economía, y defensor de los pueblos originarios. Fue crítico de las cifras de pobreza de la Argentina,​ y de la ausencia de políticas claras tendientes a dar soluciones sobre el manejo de la tierra y de las viviendas en los grandes conglomerados urbanos.

Reacciones SSCC

Roxana Prieto, agente pastoral de la parroquia de San José de Libertad, Merlo, recordó al obispo como “un ser especial, cercano, compañero alegre. Siempre te decía algo para reír. Era un gran pastor siempre acompañando la catequesis; en el encuentro de envió al inicio del año siempre estaba acompañando a todas nosotras. Sin lugar a dudas, su partida es una gran perdida», indicó.

Por su parte, Rafael García, quien vivió en la comunidad SSCC del barrio Libertad, donde está la parroquia San José, y donde fue consagrado diácono a fines del año pasado, señaló que Fernando Maletti «era un obispo tanto hermano como padre. Incluso abuelo. Cercano como hermano, paternal como pastor y cariñoso como abuelo. Me queda, especialmente, el recuerdo de verlo más de alguna vez en medio de la gente, al momento del asado y de la fiesta, sentado entre su pueblo, siendo uno más. Nada más lejos de esa comprensión principesca del episcopado. Acá no había un príncipe. Había un hermano con un corazón cercano. Y si la diócesis tiene en sus comunidades ese mismo espíritu, es en gran medida gracias a él: un pastor con olor a oveja».

Y el superior provincial René Cabezón, ss.cc, dijo estar «profundamente apenado» por la noticia. Junto con ello, expresó su «dolor y solidaridad con la iglesia que peregrina en Merlo-Moreno». Señaló, además, que el obispo Maletti fue un pastor notable, paternal, y un gran servidor de su pueblo. Es uno obispo , «que por el modo de cómo vivió su vocación episcopal, animó en el modo de ser pastor. En ese sentido, es un modelo de Buen Pastor, al modo de Jesús, que nos orienta en nuestra labor. Un pastor con olor oveja, como nos pide el Papa Francisco», indicó.