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Jóvenes de distintas obras SSCC vivieron un emotivo retiro de espiritualidad 

Una experiencia que rompió la virtualidad, reencontrándose con Cristo y con ellos mismos, en una jornada de tres días, realizada en el Santuario de Schoenstatt  en La Florida

 

 

“Me he conectado mucho conmigo misma y enlazado más con mi fe, ayer salí a caminar y salieron a la luz muchas cosas, que a veces negaba. Me conecté  con la misión que Dios nos entrega, que nos invita a que nos abramos, que perdonemos y que vivamos en comunidad nuestra espiritualidad y  que  la misión de servir a la sociedad, no sea sólo algo teórico, llevarlo más a tu propia experiencia, para que te haga sentido ”expresó María Jesús Valdés (17), parte de los 50 jóvenes, que participaron en un retiro de espiritualidad, desarrollado entre el 14 y el 16 de octubre.

Luego de dos años de virtualidad, estos jóvenes tuvieron la oportunidad de vivir un retiro presencial, conectados
con la naturaleza y la comunidad, el Santuario de Schoenstatt en La Florida fue el escenario elegido, por los doce asesores que organizaron el retiro, entre ellas, Camila Alvear, quien nos contó que la gran mayoría de los asistentes, primera vez que accedían a un retiro presencial: “Ha sido por fin volver a vernos las caras, muchos de nosotros nos conocíamos sólo por la pantalla, eso habla de un deseo de los chicos de salir al encuentro, conectarse y hacer vínculos rápido, pudieron disponerse al encuentro con Jesús y eso ha sido lo más emocionante para nosotros los asesores, que ya tenemos un recorrido, dentro de la trayectoria de estos retiros”, comentó

Asimismo, la encargada de los Retiros de Espiritualidad para jóvenes, agregó que estos retiros se estructuran en tres niveles: el primero orientado a estudiantes de tercero medio, el segundo a los de cuarto medio y el tercero a egresados o con alguna responsabilidad pastoral,  se realizan por invitación personalizada a cada uno de los participantes.

 

Comunidad, Adoración y Misión

Estos fueron los tres conceptos que guiaron el retiro de espiritualidad, el primer nivel trabajó la comunidad, el segundo nivel la adoración y finalmente el tercer nivel la Misión.

Ana Flores (19) fue una de las jóvenes del tercer nivel, quien ya egresa de esta experiencia de retiros, sólo había vivido uno presencial el 2019 y los otros fueron todas experiencias virtuales: “Es una época del año, donde todos estamos colapsados y es necesario un pausa, un momento importante para desconectarse, cuestionar y volver a conectarse con uno mismo. Yo tengo mi cuaderno de los primeros retiros, es lindo ver las primeras hojas que escribí, se valora el recorrido y la comunidad”, comentó la también asesora del CPJ Anunciación.

 

Al inicio del camino Matías Gutiérrez (17) del colegio SSCC de Concepción, quien  vivió su primera experiencia de retiro presencial y se lleva muchos momentos atesorados en su corazón: “Viví a Dios, no sólo como un rito que se repite infinitamente, Dios a mi manera, mi relación con él, mis formas, lo que yo le quería contar, eso me hizo sentirlo más cerca” comentó el joven, quien al  mismo tiempo hizo un llamado para que más personas cómo él, se atrevieran a tener una experiencia así, “Chicos vengan, uno se da cuenta que no es un retiro más, es un momento muy bonito que es con todos, pero contigo mismo y que te ayuda a descubrirte”, comentó Matías.

La dinámica del retiro se desarrolló con talleres y momentos de oración, espacios grupales y variados espacios de reflexión personal, donde cada uno de los jóvenes trabajaba unos “Anexos”, que eran guías para el encuentro personal con Cristo.

Los asesores, responsables de organizar el retiro, quedaron muy contentos con lo vivido, así lo manifestaron en la voz de María Fernanda Flores (29): “Los chicos han podido compartir, abrir su corazón, presentar la fragilidad que tiene cada uno y lo más importante esto ha encendido la llama de todo este equipo de asesores, que ha preparado cada uno de los momentos de este retiro”, comentó.

Finalmente todo los momentos vividos, fueron sellados con una misa de acción de gracias, al aire libre, donde los jóvenes fueron  enviados a seguir con la misión de propiciar el encuentro con Cristo, en cada una de las obras y espacios de donde venían.