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Emotiva presentación de la Cantata de DD.HH. en acto de reconocimiento a organismos eclesiales

Un acto de reconocimiento a tres organismos eclesiales que lucharon por los derechos humanos en tiempos de la dictadura militar, tuvo lugar en el parque La Castrina de San Joaquín, en Santiago. Habló el Presidente de la República y se presentó la Cantata de los Derechos Humanos escrita por Esteban Gumucio.

Unas mil personas asistieron al acto, con que el gobierno dio inicio a la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado de 1973. Allí estaban extrabajadores de la Vicaría de la Solidaridad y Fasic, dos de los organismos reconocidos, militantes de agrupaciones de derechos humanos, de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, y miembros de comunidades cristianas de sectores populares de Santiago de ayer y de hoy.

El reencuentro

Mientras en la pantalla principal pasaban los rostros de José Aldunate, Mariano Puga, Panchita Morales, Ronaldo Muñoz, Ana González, Pablo Fontaine, Pierre Dubois, André Jarlán, Alfonso Baeza, cardenal Silva Henríquez, mons. Enrique Alvear, y Anita Gossens entre muchos otros. Esta última estaba presente en el acto y rodeada de comunidades cristianas. Un reconocimiento especial se hizo a Javier Luis Egaña, quien fue el secretario ejecutivo de la Vicaría de la Solidaridad y posteriormente Embajador de Chile en el Vaticano.

Con los 29°C de temperatura que tuvo la tarde, y el caminar lento por los años transcurridos, esta generación de cristianos y cristianas comprometidos llenaron la carpa instalada en el parque de La Castrina. Allí, fueron encontrándose y abrazándose, en el recuerdo de tantas luchas compartidas, incluso ecuménicas como lo fue en aquellos años. Hoy también estaban presente pastores y líderesas de iglesias evangélicas y protestantes, destacando entre ellas, la pastora luterana Gloria Rojas.

Una especial emoción se vio en los rostros de los asistentes cuando en la Cantata, Yahvé pregunta a Caín: “¿Qué has hecho? La sangre de tu hermano grita desde el suelo pidiendo justicia”. ¡Justicia! resonó en los audios.

La Cantata fue seguida con expectación por el Presidente de la República Gabriel Boric, quien concluida la actuación subió al escenario a felicitar a músicos, cantantes y declamadores de los poemas. Más de una docena de ministros, ministras y subsecretarios estuvieron presentes en el acto acompañando al mandatario.

Presidente cita a Esteban Gumucio

En su discurso, Boric hizo mención a la coyuntura, destacando que la seguridad también es un derecho ciudadano que el Estado debe proteger. Pero lo más emotivo para la audiencia fue cuando confesó que “no tengo el don de la fe, pero creo en la fe del pueblo, una fe que mueve montañas”.

En el reconocimiento hubo representantes de todas las iglesias y comunidad judía, quienes dieron vida a organismos de derechos humanos. Por ello este reconocimiento estuvo centrado en La Vicaría de la Solidaridad, el Comité Pro Paz, el Comité Nacional de Ayuda a los Refugiados (Conar), La Fundación de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas (Fasic) y el Servicio Paz y Justicia.

Este reconocimiento se materializó en la entrega de pequeños árboles nativos: boldos, quillayes y maitenes.

El Presidente Boric, agradeció a esas instituciones, citando a Esteban Gumucio. Dijo:

“A todos ellos hoy día como Presidente de la República y consciente de la dignidad y la importancia del cargo, les quiero dar las gracias. Agradecerles por esa labor, por habérsela jugado, por haberse jugado hasta la vida, para proteger a quienes en ese momento estaban siendo perseguidos por sus ideas, por creer en un mundo distinto, por luchar por la justicia”.

“Decía Esteban Gumucio respecto de la Vicaría, pero creo que se aplica también para las demás instituciones que hemos homenajeado hoy día.

“Y desde allí la onda de David hirió la cabeza del filisteo Goliat con unas piedrecitas del arroyo, con la larga paciencia de oídos que escuchan el corazón abierto, con prolijos expedientes de abogados y auxilios, y escapadas y torrentes de llanto procesados en el silencio, con dedicación, con valentía, con el coraje y la audacia al encuentro de hijos desaparecidos con las creativas formas de creer en la capacidad del pueblo.

“Y cuando recuerdo estas palabras de don Esteban Gumucio, no puedo evitar pensar que a 50 años del golpe, a 50 años del golpe, todavía tenemos detenidos desaparecidos en Chile”, señaló.

Cantata de DD.HH.

La “Cantata de los Derechos Humanos, Caín y Abel”, fue interpretada en este acto por el Coro de Vecinas y Pobladores “Ecos de Esteban” perteneciente a la comuna de La Granja, de Santiago, junto a la Orquesta de Cámara de San Miguel, y el conjunto Música Latinoamericana “Ecos”.

La obra fue escrita por el sacerdote de los Sagrados Corazones, Esteban Gumucio, que falleció en 2001 y que hoy está en proceso de canonización en el Vaticano; y la música fue compuesta por Alejandro Guarello y el Grupo Ortiga, que también la interpretó en su estreno.

Gumucio y Guarello fueron convocados por el entonces arzobispo de Santiago, cardenal Raúl Silva Henríquez, para ofrecerla como acto cultural en la inauguración del Simposio Internacional de los Derechos Humanos, el 25 de noviembre de 1978, en la Catedral Metropolitana de Santiago, ante líderes sociales, políticos, embajadores y comunidades cristianas, en plena dictadura militar.

Al concluir la obra, el público ovacionó de pie la interpretación. / APN