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Parroquia Jesucristo Misionero agradece formación en animación y liderazgo

Alrededor de 50 agentes pastorales están participando en un ciclo de cuatro talleres, sobre estos temas de desarrollo personal, ya se realizaron dos de ellos y los próximo serán  el miércoles 19 y 26 de julio. 

“Estos talleres han sido muy valorados por los agentes pastorales, pues esta formación nos ayuda como persona. Siempre la formación ha sido una prioridad en nuestras comunidades, pero estos talleres de estilo liderazgo, resolución de conflicto son muy necesarios, el que me ha gustado mucho es el enagrama, pues te ayuda a mirarte a ti mismo”, indicó Ana María de la comunidad San Damián de la parroquia Jesucristo Misionero, quien está participado, junto a 50 personas en el ciclo de talleres sobre Animación y liderazgo parroquial.

Este espacio de formación comenzó el 5 de julio con el taller Desarrollo Personal y Relaciones Humanas, el pasado 12 de julio fue el turno de Animación de comunidad cristiana y los próximos serán 19 de julio Liderazgo y trabajo en equipo, finalizando 26 de julio con Ambientes Bien Tratantes, todos realizados por Verónica Reyes y Bernardita Zambrano, formadoras de la Congregación de los Sagrados Corazones.

Ana María también ha valorado la calidad de la formación recibida, pues expresa que los contenidos han sido muy claros y que le ayudará a poder relacionarse mejor.

En la misma línea Víctor Gaete de la comunidad Cristo Rey, estaba gratamente sorprendido por la acogida y la gran convocatoria, ya que los participantes han superado las 50 personas en cada una de la sesiones. Agradece el trabajo de difusión que han realizado los animadores de cada una de las comunidades, quienes se pusieron la camiseta por la formación y entusiasmaron a los agentes pastorales, de todos los servicios eclesiales, que entrega la parroquia Jesucristo Misionero de Reñaca Alto.

“Me ha sido muy útil el contenido entregado, pues ayuda al autoconocimiento, a uno le gusta definirse, poder percibir sus diferencias y trabajar con ellas, ayuda para lo pastoral, pues uno reconoce sus debilidades, las acepta y resuelve mejor los conflictos”, finalizó Víctor.