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En Haití sigue la violencia y los secuestros de religiosos y religiosas

La Congregación de los Hermanos del Sagrado Corazón en Haití, institución «prima hermana» de la nuestra, informó mediante un comunicado del hermano Agustín Nelson, Superior Provincial de dicha Congregación, que el pasado viernes seis religiosos y un profesor fueron secuestrados en Puerto Príncipe.

“Un calvario que ha conmovido y entristecido profundamente a los miembros de la Congregación, a las familias de las víctimas, a los colaboradores en la misión, a la Iglesia en Haití y a la sociedad en su conjunto”, señala la declaración.

Según informaciones de ADN Celam, los retenidos que trabajaban en la misión de la Congregación en la Escuela Jean XXIII, iban de camino por el barrio Bicentenario, ubicado en una zona del centro de la capital haitiana, controlada por grupos armados.

En el mensaje el Provincial de la Congregación, indica que, “desde hace varios años, una violencia absurda e injustificada se abate sobre el pacífico pueblo haitiano, e incluso quienes dedican su vida a la causa de los más vulnerables no se han librado de ella”.

La congregación del Sagrado Corazón de Jesús anunció el cierre del referido colegio, las demás instituciones educativas de los Hermanos del Sagrado Corazón en todo el país proseguirán la labor educativa.

Según reporte de las autoridades durante varias semanas se ha venido dando un enfrentamiento entre bandas rivales, paralizando así las actividades en este puerto internacional de Puerto Príncipe y provocando escasez de algunos productos.

Además, señalan que los secuestros extorsivos son el pan diario en Puerto Príncipe. Seis religiosas fueron raptadas y liberadas a fines de enero, y el 15 de febrero corrió la misma suerte un profesor universitario.

Según un reporte ofrecido a principios de febrero por el Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Volker Türk, al menos 806 personas han sido asesinadas, heridas o secuestradas en enero pasado y unos 300 pandilleros muertos o heridos, se observa además que el comienzo de 2024 fue particularmente violento.

Mientras tanto, monseñor Pierre-André Dumas, obispo de Anse-à-Veau y Miragoâne, ha sido sometido a dos intervenciones quirúrgicas tras resultar herido el domingo 18 de febrero por una explosión en la casa donde se alojaba durante una visita a Puerto Príncipe. Según Vatican News, el prelado se encuentra mejor y ha empezado a comer, informan fuentes locales, y será trasladado a un hospital de Miami hoy o mañana.

La situación en el país caribeño sigue siendo muy grave en términos de inseguridad, provocada por la fuerte inestabilidad política y una policía incapaz de combatir a las bandas armadas que hacen estragos sobre todo en la capital. Sacerdotes y religiosos son a menudo objeto de secuestros por parte de grupos criminales, atraídos por la creencia de que la Iglesia haitiana es rica y puede pagar rescates.

El último episodio grave se produjo hace aproximadamente un mes, cuando seis religiosas fueron secuestradas en un autobús. En aquella ocasión, el Papa Francisco dirigió en el Ángelus del 21 de enero una oración «por la armonía social» en Haití y una invitación a todos «para poner fin a la violencia que causa tanto sufrimiento a esa querida población».