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Emotiva despedida a la Congregación de los Sagrados Corazones en la parroquia San José de La Unión

Tras 88 Años de historia los religiosos SSCC han traspasado esta comunidad a la Diócesis de Valdivia, en una misa de memoria agradecida por el paso de Dios en este fraterno caminar juntos.

 Con una eucaristía cargada de nostalgia y gratitud, la parroquia San José de La Unión despidió a los hermanos de la Congregación de los Sagrados Corazones el pasado sábado 9 de marzo. Se realizó un recorrido por la historia compartida ante la presencia de representantes de sus 30 comunidades, autoridades locales, sacerdotes y religiosas.

Esta acción de gracias comenzó con una emotiva procesión de entrada, encabezada por los representantes de cada una de las comunidades, quienes portaban carteles alusivos a sus nombres, seguidos por los diáconos y sacerdotes.

La misa fue presidida por el obispo de Valdivia, Santiago Silva, junto al Superior Provincial de la congregación, Sandro Mancilla sscc, acompañados también de los religiosos que lideraron esta parroquia en el último tiempo: Magín Vega sscc  y Claudio Carrasco sscc.

Se pidió un minuto de silencio por el padre Pablo Fontaine y los sacerdotes fallecidos que acompañaron a esta comunidad en los últimos 88 años, para luego dar lectura a la historia de la presencia de la Congregación entre estas comunidades, nombrando a los sacerdotes y las obras que marcaron este caminar. (Ver historia) 

Entre los participantes de esta memoria agradecida estuvo Patricia Briceño de la comunidad Juan Pablo II, quien ha crecido en su fe de la mano de los religiosos SS.CC: “Les agradezco por habernos ayudado en el crecimiento de nuestra fe y en la comprensión de las Escrituras, por todo el servicio social que nos inculcaron, siempre nos enseñaron que el prójimo y el hermano estaban primero”, indicó Patricia.

Agradecido por todos estos gestos de cariño, el Superior Provincial SS.CC, Sandro Mancilla, expresó en su homilía su admiración y cercanía a quienes formaron parte de este recorrido, reconociendo tanto los momentos de alegría como los desafíos que marcaron el camino.

“Las relaciones pastorales se construyen; es una misión que compartimos y en la que vamos creciendo juntos. Me sumo a ese relato de agradecimiento por lo que tantos hermanos y hermanas entregaron aquí. Pero también es necesario ser humildes y pedir perdón, porque sabemos que no toda la historia ha sido luminosa. Ha habido momentos difíciles, personas que quizás han quedado heridas por algún acontecimiento, cosas que quizás se omitieron o no se hicieron. Pero también es momento de decirle al Señor que, con humildad, le pedimos perdón por aquello que no logramos hacer según su voluntad y confiarnos también a su misericordia, que a todos nos sigue acompañando en este proceso de conversión en el que vivimos permanentemente”, reflexionó con humildad el Superior Provincial, pidiendo perdón por las heridas causadas y por aquello que no se logró conforme a la voluntad divina.

Inspirado en las palabras del profeta Oseas, resaltó la importancia de vivir la fe desde una perspectiva distinta, permitiendo que la palabra de Dios abra nuevos horizontes y modos de interpretar la vida.

Un legado que trasciende el tiempo y que seguirá dando frutos

Una serie de collages de fotografías, colocados al costado del templo parroquial, resumieron de alguna manera estos 88 años de caminar juntos en la fe. “¡Gracias, Señor, por los pastores que nos enviaste, tu bendición sea siempre para ellos que nos dieron tu buena noticia!” era una de las frases sobre las imágenes de los religiosos SS.CC. que pasaron por La Unión, entre ellos Esteban Gumucio, Ronaldo Muñoz, Miguel Macaya y el recientemente fallecido Pablo Fontaine.

El eco de este caminar lo testimonió Rosario Barrientos, agente pastoral que creció al amparo de estos pastores: “La espiritualidad de los Sagrados Corazones quedará permanentemente en mi vida personal y familiar, personificada en la figura del padre Pablo Fontaine, quien estuvo siempre en los momentos más difíciles de mi vida, incluyendo la gran pérdida de mi madre. Y fue él quien me inspiró y me animó a ser profesora de religión”, recordó la “Chayo”, como es conocida esta catequista en la comunidad, quien ha asistido a esta parroquia desde que era adolescente, hace más de 40 años.

En esta misma línea, Braulio Pardo de la comunidad El Buen Pastor, nos contó que conoció el carisma SS.CC en el año 2005 y que le llamó mucho la atención la austeridad y humildad de esta congregación: “Su sencillez, el ejemplo que nos dio nuestro querido padre Pablo, la humildad, la austeridad y aprender que se puede ser feliz con lo más mínimo de la vida. Yo creo que eso fue un mensaje, una enseñanza de nuestros padres antiguos que nos dejaron para seguir en este camino y que si queremos, aunque ellos no estén, seguiremos formando parte de esta parroquia y sirviendo”, indicó Braulio.

Antes de finalizar la misa, la comunidad de La Unión le hizo entrega de un reconocimiento a la Congregación de los Sagrados Corazones en gratitud a su servicio prestado a esta comunidad, recibido por el Superior Provincial, Sandro Mancilla, quien a su vez también ofreció a la parroquia San José un galvano recordatorio por la presencia de los hermanos en esta comunidad.

Finalmente, se invitó a Magín Vega sscc y Claudio Carrasco sscc, últimos religiosos a cargo de esta comunidad, a pasar adelante, quienes recibieron una estola por su paso por la parroquia San José y, además de la bendición final y el envío realizado por el obispo de Valdivia, Santiago Silva y los más de 300 asistentes a esta eucaristía de  memoria agradecida, quien agradecen el paso de Dios por esta comunidad a través de los religiosos de los Sagrados Corazones.