Hoy, 8 de mayo, celebramos a la Virgen de Luján, patrona de Argentina, cuya historia y devoción siguen marcando profundamente el corazón del pueblo argentino.
Desde la Congregación de los Sagrados Corazones, Provincia Chile-Argentina, queremos unirnos a esta celebración tan especial para nuestros hermanos argentinos, en particular para la comunidad de la parroquia San José de Libertad, ubicada en las cercanías de Buenos Aires, a quienes acompañamos pastoralmente.
Daiana Segovia, de la Capilla Asunción de la Virgen (perteneciente a esta parroquia), nos comparte con emoción el trasfondo de esta advocación mariana. “La Virgen de Luján es una figura de devoción arraigada al corazón de todos los argentinos”, nos dice. Su origen se remonta al siglo XVII, cuando un hacendado, Antonio Farías de Sá, encargó una imagen de la Virgen para venerarla en su estancia. “La carreta en la que iba la imagen de la Virgen Inmaculada se detenía inexplicablemente a orillas del río Luján, provincia de Buenos Aires, y por eso se lo tomó como una señal de que la Virgen se quería quedar allí”, explica Daiana.
Ese episodio fue el inicio de una devoción que creció sin parar. Primero se construyó una capilla, luego una basílica, y en 1930 el Papa Pío XI proclamó oficialmente a la Virgen de Luján como patrona de Argentina. Cada año, millones de peregrinos caminan hacia su santuario en señal de fe y agradecimiento. (ver video testimonio)
Pero más allá de lo religioso, Daiana destaca que “la devoción por la imagen de la Virgen de Luján trasciende lo religioso y se convirtió en símbolo de unión y esperanza para el pueblo argentino”. Su manto azul y su expresión maternal son, para muchos, un recordatorio constante de amor, fe y protección.
Hoy, como Congregación SS.CC, nos unimos en oración junto a nuestras comunidades argentinas, pidiendo que la Virgen de Luján siga acompañando, cuidando e iluminando los caminos de este querido país hermano