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Parroquia San José de Libertad fue inaugurado como templo jubilar en Argentina

La comunidad celebró este hito en el marco del Año Jubilar de la Iglesia universal, con una emotiva procesión, apertura de puertas y Eucaristía presidida por el obispo de Merlo-Moreno.

En la tarde del sábado 11 de mayo, esta   vivió una jornada llena de alegría y sentido espiritual: la inauguración del templo como iglesia jubilar en el marco del Año Jubilar convocado por el Papa Francisco, bajo el lema “Peregrinos de esperanza”.

La celebración comenzó con una significativa procesión que se inició frente al Sanatorio Estrada, ubicado justo en la esquina de la parroquia. Este lugar no fue escogido al azar, sino por su fuerte carga pastoral. “Es un sanatorio donde hemos acompañado a muchas personas en momentos difíciles, donde hay mucha fragilidad y también mucha esperanza”, explicó Marcela Spagnoletti, integrante del equipo de pastoral.Comenzar ahí fue reconocer que también ahí se vive y se comparte la esperanza que queremos testimoniar como comunidad”.

Desde ese punto, se inició una procesión por la plaza, llevando la cruz jubilar hasta la puerta del templo. Al llegar, se realizó la bendición del agua y la aspersión a los fieles, como signo de renovación. Luego se abrió solemnemente la puerta del templo jubilar, marcando así el comienzo de este tiempo especial de gracia.

Ya dentro del templo, se celebró la Eucaristía presidida por Mons. Juan José Chaparro, obispo de Merlo-Moreno, junto al obispo auxiliar Oscar Miñarro y los hermanos sscc Víctor Gualán, Ricardo Sotomayor y Cristian Sandoval, además de sacerdotes del decanato y diáconos. La imagen de San Damián de Molokai, cuya fiesta se conmemoraba ese mismo día, fue colocada en un lugar destacado frente a la cruz jubilar, elaborada artesanalmente por el diácono Sergio, para acompañar visiblemente el año jubilar.

Marcela destacó la profundidad del proceso vivido: “Fue un camino largo de preparación. La idea fue construir algo que tuviera sentido para todos y cada signo fue pensado con mucho cariño. Fue una fiesta de la comunidad para la comunidad”.

En su homilía, el obispo Chaparro animó a los fieles a vivir el año jubilar como un tiempo de caminar juntos, con esperanza y apertura. “Seguimos caminando. No es sólo un caminar físico, es una disposición de nuestro espíritu. Siempre es posible escuchar una voz nueva de Jesús, que me dice: ‘Por acá va el camino’”, expresó. También hizo un llamado a volver al centro del mensaje cristiano: “Nuestra Iglesia necesita volver siempre a Jesús, a la frescura de su evangelio”.

Asimismo, subrayó que pastorear no es tarea exclusiva de sacerdotes o consagrados, sino un llamado para todos. “Cada uno de nosotros está llamado a pastorear: a los hijos, los alumnos, los hermanos. No podemos ser indiferentes frente a los demás”, afirmó. E insistió en la importancia de abrir la comunidad: “Qué pena nos da cuando alguien dice: ‘Quise entrar y no tuve cabida’. Hay otros que están esperando ser invitados”.

El templo San José de Libertad se convierte así en uno de los espacios señalados para vivir este Año Jubilar en la diócesis. Desde ahí, la comunidad se compromete a ser lugar de acogida, escucha y misión. “Jesús está esperando que demos lo mejor de nosotros mismos”, concluyó el obispo.