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San Juan Francisco Régis: una mirada desde la Rama Secular SSCC

En el marco de esta festividad  del patrono de la Rama Secular SSCC, Elizabeth Valdés Montecino, encargada zonal de Santiago, nos comparte una reflexión sobre la vida de este santo y su inspiración para los laicos de los Sagrados Corazones.

Cada 16 de junio, la Congregación de los Sagrados Corazones se une a los jesuitas para recordar a San Juan Francisco Regis, venerado en la Iglesia como predicador y misionero. La historia nos cuenta que el Buen Padre, fundador de la Congregación, quiso que este santo jesuita fuese el protector de los laicos SSCC, marcando así un camino compartido de misión y entrega.

Somos hombres y mujeres comprometidos a vivir la misión y el espíritu de la Congregación”, nos recuerda Elizabeth Valdés en su reflexión. En su texto, destaca la figura de San Juan Francisco Regis como un hombre profundamente preocupado por los más vulnerables: educador, enfermero, misionero en lugares de exclusión, fundador de talleres para mujeres rescatadas de la explotación, y organizador de ayudas concretas como reservas de alimentos para los pobres.

La devoción al santo se extendió rápidamente, y su tumba en La Louvesc se transformó en lugar de peregrinación. “Conocer la vida de los santos nos interpela, porque de alguna manera nos hace salir de nuestras fronteras”, señala Elizabeth, invitándonos a seguir el ejemplo de San Juan Francisco Regis en nuestra vida cotidiana.

La reflexión completa nos llama a renovar nuestro compromiso laical: “Busquemos servir a Dios transformando nuestro entorno: en nuestras familias, amigos, lugares de trabajo y hermanos de comunidad. A veces los pequeños gestos de amor le cambian el día a una persona”.

A continuación la reflexión completa:

Cada 16 de junio, nuestra Congregación de los Sagrados Corazones se une a los hermanos de la Compañía de Jesús para recordar la vida de un santo venerado en la Iglesia como predicador y misionero. La historia popular señala que el Papa Pío XII lo reconoció como un predicador que debía ser llamado Patrono de las misiones populares.

¿Por qué razón, si somos dos congregaciones distintas, nos une la historia de este santo? Debemos ir a nuestro origen para conocer por qué los laicos Sagrados Corazones reconocemos a San Juan Francisco Regis como nuestro patrono. La historia nos relata que fue el mismo Buen Padre quien quiso que el misionero jesuita fuese el protector de los laicos en la Congregación. Debemos entonces recordar que cuando el Buen Padre unió su sueño al de la Buena Madre, ambos quisieron realizar la tarea de trabajar por el Evangelio acompañados. Es así que somos hombres y mujeres comprometidos a vivir la misión y el espíritu de la Congregación.

Volvamos entonces a quién era San Juan Francisco Régis. Primero, debemos situarnos en Francia, hacia finales del siglo XVI y comienzos del XVII. Pertenecía a la Compañía de Jesús, donde realizó distintos servicios: fue educador, enfermero, realizó apostolado en prostíbulos y allí estableció un refugio para mujeres rescatadas de proxenetas. Junto a estas mujeres creó talleres de tejido para devolverles la dignidad y ofrecerles un nuevo sentido a sus vidas, además de un salario. Estas mismas acciones las replicó cuando vivió en Roma. También organizó una reserva de trigo con la que pudo ir en auxilio de los más desposeídos.

Se dice que la devoción popular hacia este hombre santo se inició el mismo día de su muerte. Con los años, la capilla donde se encontraban sus restos se convirtió rápidamente en un lugar de peregrinación. Anecdóticamente se relata que, entre los peregrinos que acudían a visitarla, se encontraban San Juan María Vianney (patrono de los sacerdotes) y San Marcelino Champagnat (fundador de los Hermanos Maristas). Por lo que podemos apreciar, es bastante interesante la vida de nuestro santo patrono.

El próximo 16 de junio tenemos la posibilidad de celebrar la fiesta, dándole un sentido profundo. Podemos pedirle que interceda al Señor por cada uno de nosotros y por nuestras comunidades. Que, como cristianos, podamos renovar nuestro compromiso de mantenernos vigilantes, con la mirada puesta en Jesús y en su Evangelio; que miremos a los más desposeídos y a quienes están al margen, al igual que lo han hecho nuestros hermanos jesuitas o de los Sagrados Corazones.

Conocer la vida de los santos nos interpela, porque de alguna manera nos hace salir de nuestras fronteras. Miremos a nuestro alrededor, busquemos desde el corazón, comprometámonos como lo hacía San Juan Francisco Regis. Busquemos servir a Dios transformando nuestro entorno: en nuestras familias, amigos, lugares de trabajo y hermanos de comunidad. A veces los pequeños gestos de amor le cambian el día a una persona: basta una sonrisa, un abrazo silencioso, un mensaje deseando un lindo día. Esas pequeñas acciones también son parte del mensaje del Reino. Jesús nunca ocupó grandes discursos para conquistar los corazones de las personas. Tampoco lo hicieron Cleonisse, Esteban, Carmen Rosa o José Vicente… todos ellos que, seguramente, también alguna vez celebraron este día junto a la Rama Secular.

San Juan Francisco Régis, ruega por nosotros y acompáñanos en nuestro servicio como laicos de los Sagrados Corazones.

Elizabeth Valdés Montecino
Encargada Zonal de Santiago – Rama Secular SSCC