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Iglesia joven argentina: «Con vos renovamos la historia»

Desde el 25 al 27 de mayo recién pasado, veinte mil jóvenes argentinos se reunieron en la ciudad de Rosario para vivir el II Encuentro Nacional de Pastoral Juvenil, en medio de las celebraciones patrias argentinas.

De la parroquia San José de Libertad, en Merlo donde está la congregación, viajaron 43 jóvenes con sus asesores a participar de este espacio que buscaba “compartir, revisar y celebrar los frutos del Proceso de Revitalización de la Pastoral de Juventud, relanzando toda la juventud, de una manera planificada, a vivir una “Iglesia en salida” renovando la opción preferencial por los jóvenes, saliendo a su encuentro como discípulos y misioneros porque el Dios de la vida que ama a los jóvenes nos llama en este tiempo histórico, a ser protagonistas en la construcción de la civilización del amor”. El lema del encuentro fue “Con vos renovamos la historia”.

Algunos testimonios

Christian Zarate

“El encuentro fue una experiencia única para compartir con jóvenes de otros lugares, con otros problemas pero con las mismas preguntas que yo, pero sobre todo con mucha vida, alegría, emoción y compromiso con el otro por querer cambiar las cosas, fortalecer a la iglesia. Fue muy llamativo ver la vida que había en los ojos de los otros jóvenes, ese Espíritu de Jesús que nos llama a renovar la historia, que lo vamos a conseguir desde nosotros mismos. A veces se nos critica tanto a los jóvenes, pero hoy doy gracias a la iglesia por confiar en nosotros en que podemos hacer grandes cosas y renovar la iglesia. Rosario también me hizo a entender que los jóvenes somos el presente de un gran futuro. Soñar solo es no soñar, soñar de a muchos es soñar grandes cosas”.

Marcela Spagnoletti

“Fue hermoso ver tantos jóvenes sorprendidos, que sea una novedad que Dios nos conoce y nos sondea, cuánto uno más solo se siente, sabemos que Dios está ahí y estamos en su palma en cada momento, porque tenemos un valor incalculable para él. Me encontré con miles de jóvenes que quieren comprometerse y buscar un cambio, de pasar de la palabra a la acción y ver que tienen proyectos en concreto. Vuelve a surgir este sentimiento de que vale la pena gastarse para Dios. No hay nada mejor que gastar el tiempo en él y en el prójimo, la vida cobra sentido cuando uno vive con y para el otro”.

Candela Blanco

“Asistir a este encuentro fue una de las mejores decisiones que tomé. Ver a todos los jóvenes riendo, conociendo, bailando, gritando, unidos por un mismo destino, fue maravilloso. Me encontré con personas hermosas con las que quedamos conectados en redes sociales. Aprendimos sobre nuestra forma de ver el mundo como también de nuestras diferentes culturas, pusimos en común nuestro amor a Jesús y nuestra fe revolucionaria. Esta experiencia me mostró una iglesia diferente; joven. Juntos podemos conseguirlo todo, construir algo mejor, una nueva sociedad. Estos días me dejaron esperanza, jóvenes con los mismos proyectos que yo, ¡cómo nos escuchamos con respeto!. Me encantó ver a todos los asesores tan felices con lo que estaba pasando. No dejé de pensar cómo será el futuro con estos jóvenes, pero también pensé en las generaciones anteriores que nos dejaron tantas palabras, esos son los que hoy nos observaban nostálgicos viendo cómo se levantan estas ideas para la iglesia. A pesar de que pensemos que todo está perdido, que ya no hay vuelta atrás, me hace feliz que los jóvenes del pasado, del ahora y los que vendrán levantamos la mano aceptando esta invitación que nosotros mismos nos planteamos: renovar la historia”.

Yessica Fernández

«Estoy muy agradecida de lo que fui viviendo, compartiendo, conociendo, conociéndome y conociendo a otros. Me llena de alegría que seamos tantos lo que seguimos a este hombre que nos dejó hace dos mil años pero que su mensaje sigue tan latente como si nos estuviera hablando hoy. Rosario me deja muchas preguntas de cómo continuar, o cómo seguir interviniendo acerca del papel que juega la iglesia, o la manera de transformarla. Pero más allá de las preguntas también me deja la certeza de que mi camino y a lo que hoy me llama Jesús es a llevar esta buena noticia por los espacio donde me mueva. El evangelio fue escrito hace un montón de tiempo pero ahí están las respuestas de cómo decir que si, cómo decir que no, cómo comportarnos con el otro. Este loco se las mandó en un momento de su historia, y ahora nos toca a nosotros jugárnosla por la humanidad, por el mundo, por todo. Vamos por mucho más».

María Viedma

«Encontré personas muy buenas, que te recibían con los brazos abiertos. Me encontré a mi misma. Una parte de mi apareció en la adoración. Nunca me puse a pensar pero si lo analizo, Rosario me dejó un mensaje de paz; que yo no estoy sola, que Dios está conmigo, que tengo que amarme, respetarme y quererme como soy, que hay otros chicos que son igual que yo aunque vengamos de distintos lugares. También este encuentro me dejó amor en el corazón; como dice el Papa, tengo que hacer lío, salir, arrancar y ser nosotros mismos como jóvenes. Se me pasó rapidísimo el fin de semana. Sentía que se me congelaba el tiempo. Me dejó mucho amor y esperanza de que somos capaces de cambiar la historia, de renovarla. Mirar el pasado y desde el pasado construir algo muy lindo todos juntos, jóvenes con distintos pensamientos, porque eso es lo que nos hace únicos también».