logo sscc

Oscar Casanova ss.cc., nuevo diácono para la Iglesia: “Todavía hay esperanza”


Una nueva fiesta vivimos como congregación religiosa la tarde del domingo 3 de marzo. 

Oscar Casanova ss.cc. recibió la orden diaconal en un ambiente marcado por la emoción. Seguramente esa emoción viene de distintas fuentes: Oscar conoció a la Congregación desde que tuvo memoria. La comunidad de hermanos Sagrados Corazones en La Unión, se encontraba a pocos pasos de su casa. Sin embargo, como contó monseñor Pedro Ossandón en su homilía, la Iglesia que conoce Oscar nace de su experiencia con sus padres y con su abuela. Hijo único, Oscar recibió el amor suficiente para ser el ser humano que hoy es: discreto y sencillo, sereno y de una profundidad honda. Feliz. A Oscar se le ve feliz. Y la felicidad no siempre desborda en risas y jolgorios, sino en la coherente paz que reconocemos en él. Pero también había emoción por este paso en medio de una Iglesia, como dijo mons. Ossandón “que está siendo purificada”. 

Acompañada de un coro extraordinario de amigos que han recorrido la mayoría del camino de Oscar en la formación ss.cc., la eucaristía estuvo teñida por lecturas proféticas; Isaías: “Romper las cadenas, desatar las amarras del yugo, dejar libres a los oprimidos”; o el salmo 71: “Que en sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente”. Esta fiesta también concluía la experiencia de la tercera Escuela de formación de Pastoral Juvenil, que se realizó desde el viernes 1 de marzo.

Monseñor Pedro Ossandón comentó en su homilía parte de las conversaciones de preparación para este día: “Oscar se prepara para celebrar los sacramentos. Será un hombre de comunión y un evangelizador de la buena noticia del evangelio. Solidario, comprometido con el reino de Dios y de justicia. Oscar sueña con un mundo justo, fraterno, donde a nadie le falte el pan. Gracias Oscar porque eres una buena noticia en este tiempo de la Iglesia. Oscar se ofrece humildemente a servir en un iglesia que está siendo purificada, pero sin venir a imponer nada ni creerse la salvación de nada. Un hombre que testimonia la vida cristiana con la fe en Jesucristo, un hombre de comunión fraterna, da gusto encontrarse contigo porque tienes el carisma de los sagrados corazones que nos hace a todos una sola familia, un hombre servidor que se renueva con la eucaristía, en el misterio pascual de Jesucristo, que nos dio la justicia y la paz, que la Santísima virgen maría te siga haciendo un hombre bueno, fuerte, que unido a Jesucristo, cambia la historia”.

“Gracias al pueblo que me llamó y que me va a sostener”

La acción de gracias de Oscar se centró en relevar la importancia del pueblo fiel reunido en comunidad, fuente de esperanza en los tiempos actuales de la Iglesia: “Todavía hay esperanza, eso me llena de mucho entusiasmo, de mucha alegría; ver al pueblo reunido realmente compartiendo me da mucha esperanza. El recuerdo de la iglesia con mi abuela, con mis padres, me hace sentir acompañado, pero no solo de las personas conocidas, sino por una presencia permanente que se muestra en cada rostro. Queríamos que esta ordenación fuera al final de la escuela de formación de pastoral juvenil porque lo que pasa aquí no es un hecho aislado, sino que se origina en esa fuerza que existe en la vida comunitaria, en la vida de la gente. Particularmente el fin de semana he podido alegrarme con la vida de los jóvenes, porque esto que estoy haciendo hoy también surge de la experiencia de un Iglesia joven, de una Iglesia que sigue renovándose a pesar del dolor, de la frustración, de la vergüenza muchas veces. Y a pesar de eso sigue creyendo que es posible transformar la misma Iglesia. Gracias a ese sueño que me permite seguir creyendo en que es posible ser discípulo de Jesús y ser servidor. Es un anhelo compartido junto a otros que me entusiasman, que me empujan, y yo estoy seguro que me sostendrán cuando me sienta débil. Gracias al Señor, gracias a ustedes. A su pueblo que me llamó y que me va a sostener”.

REVISA TODAS LAS FOTOS EN NUESTRO ÁLBUM DE FACEBOOK