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Domingo 17 de noviembre

Por Pedro León ss.cc.

Los textos de estas últimas semanas del tiempo ordinario, nos ponen en la perspectiva de la tensión y apuntan a lo central en nuestras vidas, a optar por los valores del Reino según sus criterios, por lo definitivo.

En medio de la tensión que vivimos como país, especialmente con los últimos anuncios y acuerdos por trabajar en una nueva constitución para este territorio, las palabras de nuestro hermano Jesús son como agua fresca para enfrentar la tensión, continuar la lucha, “no se alarmen” y más adelante sigue: “los detendrán, los perseguirán…” ya que en todo ello, se nos presenta la posibilidad de dar testimonio del maestro y los valores del Reino.

En estos días hemos visto muchas escenas de violencia y saqueo, pero también de personas que buscan algo mejor para todos y todas en este país, hemos visto lucha y tensión, hemos visto persecuciones y detenciones ilegales, tortura, jóvenes que han pagado caro su protesta por la situación que viven muchos chilenos y chilenas, niños y niñas, adultos mayores, pensionados y así un largo etcétera. El evangelio invita a la constancia en ese testimonio, en esa construcción de una sociedad nueva, más justa, inclusiva y fraterna.

El mismo Jesús pagó con su vida el precio de su predicación y su acción instauradora de un nuevo régimen, el Reino de Dios Padre, ofrecido ya no solo para unos pocos sino para todos por igual, sin distinción, ni judíos, ni griegos, ni esclavos o libres, ni justos o pecadores, todos son invitados a gozar de los frutos de un Reino ofrecido a todos y todas.

Necesitamos recuperar fuerzas para continuar en esta lucha que es la vida cristiana, la construcción de este Reino, que se concretiza para nosotros en este país que es Chile. María que es madre nuestra, nos proteja con su manto, especialmente a aquellos y aquellas que trabajan por construir algo mejor.

Un nuevo tiempo (https://cantoralsscc.cl/pdf/Un%20Nuevo%20Tiempo.pdf)

Vamos a ver que el mundo cambiará, Construiremos la amistad,
pintando calles, Los muros de la ciudad, Cosecharemos la hermandad.

Aquellos que no han sido amados llegarán, Aquel mendigo tendrá pan;
un nuevo sol sobre sus frentes brillará; Sin división ni odio nadie juzgará.

Aprenderemos a vivir en libertad, En justicia y en igualdad.
Nos han hablado tantas veces de cambiar y solamente estaba escrito en el papel.