D. Enrique han pasado los años, pero tu memoria, tu testimonio de cristiano y de pastor que se la jugó con nuestro pueblo en la terrible dictadura que soportamos, no es posible olvidar.
Nos anima tu sencillez, tu habitar en la población entre los más pobres, tu profunda espiritualidad en Jesús de Nazareth encarnada en la vida, tu cercanía a las personas mas sencillas. Todo tu testimonio es inolvidable.
Hoy te necesitamos más que nunca querido D. Enrique, acompaña, anima nuestros procesos y nuestra Esperanza.“Estoy convencido de que todo grupo cristiano que busque conocer y vivir el Evangelio, debe colocarse en la perspectiva de los pobres porque desde allí miró Jesús toda la historia humana” (E. Alvear, 1981)
Comité O. Romero – Sicsal Chile
29 de abril de 2021.
