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Vigilia de Pentecostés: CPJ’s y la parroquia de La Anunciación celebraron juntos al Espíritu Santo

En una fiesta intergeneracional, que congregó a los jóvenes de los CPJ Cordillera y Anunciación, además de los agentes pastorales adultos de esta parroquia, se compartió un momento de esperanza y unidad comunitaria.

La vigilia comenzó con una invitación a los jóvenes y adultos presentes a sentirse acogidos y a abrir sus corazones en oración. «Esperamos que se sientan como en casa en este lugar. Hoy nos reunimos para recibir al Espíritu Santo», expresó uno de los animadores. La jornada inició con el canto «Yo vengo a ofrecer mi corazón», marcando el tono de la celebración.

Entre los participantes estuvo Felipe Acuña del CPJ Cordillera, quien valoró el reunirse con el CPJ Anunciación para compartir la fe y la vida, además de abrirse por primera vez a celebrar la solemnidad de Pentecostés con personas adultas de la parroquia: “Me quedo con esta apertura, de abrirnos a que más gente pueda compartir con nosotros y al mismo tiempo nosotros poder compartir con ellos. En cierta forma, estamos todos unidos por un mismo fin, que es Dios y la oración; somos una sola comunidad y un solo pueblo”, expresó el joven.

Al igual que en la celebración de Pentecostés del año pasado, ambos CPJ’s iniciaron esta jornada con una reflexión comunitaria, siendo esta vez el CPJ Anunciación el anfitrión, para culminar con esta vigilia.

Este momento de reflexión previa es lo que más impactó a Macarena Espinoza del CPJ Anunciación, pues fue una invitación a tener esperanza y enfocarse en lo positivo: “Hicimos una actividad donde destacamos que, a pesar de que hayas tenido un día malo, siempre van a haber momentos lindos que valorar, alegrías y esperanzas para seguir el día o en el futuro”, recordó Macarena.

En esta misma línea, ya en la Vigilia de Pentecostés, uno de los momentos más significativos fue la lectura de un poema de Esteban Gumucio, titulado «La esperanza siempre». Este texto resonó profundamente entre los asistentes, quienes luego reflexionaron sobre su mensaje en pequeños grupos, coincidiendo en que en la comunión y el diálogo se encuentra la fuerza para seguir adelante.

Después de la reflexión, los participantes fueron invitados a escribir sus pensamientos sobre lo que les da esperanza en el día a día. Estos escritos fueron luego pegados en un papelógrafo, creando un mural colectivo de esperanzas y sueños. Durante este tiempo, se entonaron canciones como «Tu modo» y «Amigo de publicanos», que acompañaron este emocionante momento.

Para dar paso a que los jóvenes y adultos asistentes encendieran sus velas en un gesto simbólico de unidad, las velas fueron encendidas con el fuego del altar, recordando la presencia del Espíritu Santo. «Encendamos estas velas con el fuego del altar, recordando la llama del Espíritu Santo que arde dentro de cada uno de nosotros», alentó uno de los animadores. El canto «Consagrados a ti» acompañó este acto de luz y esperanza.

Esta vigilia de Pentecostés intergeneracional culminó con un momento de silencio y gratitud, donde los asistentes se tomaron de las manos y cantaron el «Padre Nuestro». «Que la luz de Pentecostés nos guíe en nuestro camino hacia una vida llena de amor y servicio. ¡Gracias a todos por estar aquí esta noche!», concluyó uno de los animadores.