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Pascua del padre Adolfo Etchegaray ss.cc.

Adolfo Alberto Etchegaray Cruz, murió la tarde de hoy martes 10 de septiembre, en el Hospital Clínico de la Universidad Católica en Santiago, producto de una afección respiratoria y pulmonar, a la edad de 93 años.

Sus funerales se efectuarán este jueves 12 de septiembre a las 11 de la mañana en la parroquia La Anunciación (Pedro de Valdivia con Bilbao, en Santiago) para luego ser sepultado en el cementerio Santísima Trinidad.

Desde hace poco más de 3 años, el padre Adolfo residía en la comunidad de los hermanos mayores en la casa provincial, ubicada en la comuna de Ñuñoa en Santiago, luego de haber vivido durante 49 años en la comunidad del colegio SS.CC. de Viña del Mar.

El provincial de la congregación, René Cabezón ss.cc., lamentó su muerte, pues estaba muy animado y de muy buena salud, antes de caer hospitalizado, y entregó unas palabras de recuerdo: «Este tiempo que me tocó conocerlo más de cerca me asombró su afabilidad en el trato, su preocupación por sus hermanos de la casa, atentos desde su fragilidad y algo de torpeza práctica que no impedía asumir el cuidado por trasladar a los hermanos en su silla de rueda o del brazo al comedor, o de regreso a su habitación o a la capilla. Se revelaba como un hombre muy interesado por lo que decía el otro, y siempre con palabras de refuerzo positivo como: “qué bien esto”, “qué oportuno su gesto”, “qué necesario lo que se hizo”, “gracias por esto otro”. No escatimaba en elogios con nadie, lo que uno agradecía. ¡Qué fácil es hacer grata la vida a las personas con esta discreción, tino en el trato y ponderación de juicio fraterno!».

De temperamento tímido y reservado fue, sin embargo, un hombre de honda finura espiritual y de apertura de corazón en el trato con las personas. Sus intereses personales estaban concentrados en las lenguas clásicas y en la catequesis. Ambos intereses se entrecruzaban en los escritos de san Agustín, a los cuales prestó especial interés. Sus escritos son un claro testimonio de su rigurosidad académica y de su honesto amor por la verdad. Lector empedernido, sus últimos años los dedicó a visitar a diario la biblioteca SS.CC. desde donde no se cansaba de buscar nuevos títulos para leer. También dedicó algunos buenos trabajos a la historia de la Congregación de los Sagrados Corazones.

Sobre su vida

Adolfo Alberto nació en Santiago el 19 junio de 1926. Hijo de Alfredo Etchegaray Etchepare y Julia Cruz Correa. Tuvo dos hermanos y una hermana.

Cursó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio de los SS.CC. de Santiago, Alameda, entre los años 1935 y 1942. Terminado el colegio ingresó a la Congregación de los SS.CC., llegando a Los Perales, en Quilpué, el 23 enero 1943. Inició su noviciado con la Toma de Hábitoel 21 febrero 1943, en Valparaíso. Allí mismo realizó su primera profesión religiosa el 27 de febrero de 1944. Profesó perpetuamente el 22 junio de 1947, en Los Perales.

Concluido el noviciado inició sus estudios de filosofía en Los Perales (1944-1945) y posteriormente los de teología (1946-1949). Durante estos años fue recibiendo las diversas ordenaciones que lo preparaban para el ministerio presbiteral. El Diaconadolo recibió el 24 de septiembre de 1949, en Valparaíso, de manos de Mons. Rafael Lira, el mismo que lo ordenó sacerdote el 17 diciembre 1949, en dicha ciudad.

Durante su tiempo de estudiante fue destinado como profesor al Colegio de los SSCC de Concepción de octubre a diciembre de 1948. Concluido su tiempo de formación, en enero de 1950 recibió su primer destino pastoral como profesor en el Colegio de Viña del Mar. Trabajó allí hasta ser enviado a Los Perales como profesor del Escolasticado, a inicios de 1956. Allí se quedó hasta 1958.

En 1959 fue trasladado a Valparaíso, como profesor en el Colegio y en la Universidad Católica de Valparaíso. Durante el primer semestre mantuvo las clases en Los Perales. El mismo año también comenzó una nueva etapa en su vida como profesor universitario de filología en lenguas clásicas (latín y griego) en la Universidad Católica de Valparaíso. Este fue su compromiso académico fundamental hasta su jubilación en 1999. Durante los años 1964 a 1972 también fue profesor en el ICLA (Instituto Latinoamericano de Catequesis), donde desplegó su interés por la historia de la catequesis.

Residió en el Colegio de Valparaíso desde 1959 a 1966. Con dos breves interrupciones: el primer semestre de 1961 para asumir como Director de la Residencia Universitaria de Viña del Mar; y el año 1963 en que fue a Europa en un viaje de estudios sobre su especialidad. A inicios de 1967 fue trasladado a la comunidad del Colegio de Viña del Mar, donde residió hasta inicios de 2016. En marzo de 2016 fue trasladado a la Casa provincial en Santiago (Domingo Faustino Sarmiento 275), integrándose en la comunidad de hermanos mayores.