Dos hermanos muy queridos han estado de fiesta recientemente.
Alex Vigueras cumplió en julio 25 años de sacerdocio. Quienes estuvieron ahí ese julio de 1993 recuerdan hasta hoy un par de anécdotas en esa ordenación, especialmente la alegría de los bailes religiosos que llegaron desde el norte a celebrar al nuevo sacerdote, al colegio de las hermanas de Providencia. El sábado 28 de julio hubo una fiesta parecida en la parroquia Espíritu Santo de Diego de Almagro. Esta vez con toda la alegría y compañía de la comunidad donde hoy vive su servicio sacerdotal.
Patricia, Roxana y Gilberto Vigueras Cherres, junto a sus hijos llegaron a celebrar estas bodas de plata, y una familia amiga de tiempos inmemoriales cuando Alex acompañaba el CPJ de Concepción. Durante el ofertorio se presentaron varios signos relacionados con su vida: 7 globos, donde cada uno traía escrito algún don de Alex, una zampoña que simboliza su pasión por la música, un aguayo representando su cercanía a los bailes religiosos, una torta que refería a las comunidades parroquiales y una estola que fue llevada por sus hermanas y su hermano. Fue una eucaristía sencilla y emotiva.
La fiesta continuó en el patio de la parroquia. Todo comenzó con el cumpleaños feliz, al final del cual Alex apagó la vela que estaba en una enorme torta. Posteriormente se proyectó un diaporama que habían preparado sus sobrinas y sobrinos. Luego vino la música: valses peruanos interpretados por integrantes de la parroquia, canciones mexicanas cantadas por Gabriel Horn y un popurrí de canciones a cargo de la familia de Alex.
Por su parte, en la ciudad de La Unión, el viernes 3 de agosto la comunidad celebró a Armando Lanzani en sus 60 años de sacerdocio. El templo de San José se colmó de hermanos y hermanas que llegaron a festejar con alegría tantos años entregados al servicio del evangelio. Llegaron también familiares desde Argentina. En la acción de gracias resonó en la iglesia un tango que emocionó a Armando. En la ceremonia también fue distinguido como ciudadano destacado por la Ilustre Municipalidad de La Unión, con un galvano por su obra en favor de la comunidad. La comunidad de la parroquia le obsequió un viaje por la cuenca del Lago Ranco en compañía de sus familiares, con almuerzo incluido para que pudieran disfrutar de los bellos paisajes de la hermosa región de Los Ríos.
El compartir fraterno estuvo lleno de música de las tierras de Armando, los tangos y las zambas, incluso interpretadas por el propio festejado, cerraron de la mejor manera esta fiesta de la vida.
